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ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ╭────〔 ɢɪᴜʟɪᴀ ʙᴀɢᴀʀᴇʟʟᴀ 〕


"... 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘶𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘭𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘢𝘭𝘥𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘩𝘪𝘫𝘢. 𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘤𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘳𝘪𝘢 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢. 𝘗𝘳𝘰𝘤𝘶𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘶𝘣𝘳𝘢 𝘦𝘭 𝘮𝘰𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘳𝘦𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘨𝘪𝘭𝘢𝘯𝘤𝘪𝘢. 𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘧𝘳𝘢𝘶𝘥𝘦𝘴", aquella fue la última frase dicha por boca del cabeza de familia de los Bagarella.

Y era una auténtica mierda.

En cualquier otro tipo de situación, Giovanni no tenía ni el más mínimo inconveniente de actuar sin tan siquiera hacer una mísera queja mental, pero eso... ¿Hacer de niñero de esa niñata caprichosa? Sabía que en ese trabajo le tocaría enfrentarse a cosas inesperadas, pero hacerse cargo de Giulia como si se tratase de una mocosa de cinco años no entraba en sus planes.

Tras la desagradable asignación de misión, preguntó a varios de los trabajadores de la mansión por el paradero de la chica luego de haber hecho una exhaustiva búsqueda en la residencia, pero no fue hasta que una de las sirvientas más cercanas a la menor finalmente iluminó su camino.

Fueron largos minutos de trayecto en coche, pero finalmente se hallaba al frente del Fabrique Milano. Desde fuera ya podía escuchar todo el estruendo de la música, lo cual hizo que exhalara un suspiro pesado por la boca. Decidió tomarse su tiempo, salir de su impecable auto y calmar un tanto el martilleo de los nervios con un buen cigarro.

Una vez que la calma se instauró en él, avanzó con paso lento hasta la entrada del enorme local. Con tan solo mostrar el escudo familiar que adornaba pulcramente el reloj de su muñeca, no necesito de más para tener pase directo a su interior. Estando dentro, sus oídos sufrieron ante el bullicio y la exagerada cantidad de gente que bailaba y saltaba como estúpida al ritmo de la música.

De momento, antes de siquiera aventurarse entre todo ese mar de gente sudada, optó por mantenerse cercano a la salida, con la espalda apoyada en la pared y los brazos cruzados, mas sin que sus ojos dejaran de analizar a cada persona con la esperanza de hallarla entre todas las que había.