[ Reliquias familiares I: Relatos de James ]
Justo enfrente suyo, había un regalo familiar de los anteriores regentes de Pôkoj. Una muestra de cariño y consuelo para los próximos en la línea que sufren del alma y necesitan a alguien que los acompañe. Tal vez ellos se anticiparon a sus malas noches.
Para James, esto significa algo más que sólo una herencia. La gente vería minerales, algo preciosos pero no tanto como para ser comparados con las joyas de extremo valor del mercado. Estas no son pulidas ni recortadas simétricamente, pues conservan su forma natural y un brillo pícaro, salvaje y escondido dentro que pocos pueden sentir.
Ni siquiera supo que debía controlar su respiración hasta que sintió el mundo volverse más real, a sus manos temblar mientras sostenían la caja con piedras en su regazo. El piso es duro y frío, aunque ahora mejor lugar que su cama.
La causa del cambio radicaban en las piedras. Atrás de su propia sangre bombeando cada vez más calmada, de los pensamientos convertidos en sollozos desconsolados, una canción de cuna susurrada silenciosamente sólo para él de parte de ellas. Debería ser un crimen lo fácil que fue cerrar los ojos y acercarlas a su pecho, sentirlas latir ritmicamente y acompañar a su corazón solitario con todo el amor de generaciones pasadas.
Es la primera vez que tomaba la caja por si mismo. La última vez fue cuando le trajo una de esas mismas piedras a su madre, él en su forma de zorro apareció un día con una piedra bonita en su boca, porque simplemente le llamó la atención. Y ella se veía tan feliz y emocionada por eso.
Ahi fue el momento que les mostró las restantes, y James no entendía como consiguió una piedra parecida a las demás sin siquiera haberlas visto antes. Pero era pequeño para entender el implicamiento de la magia generacional, por lo que su madre prefirió mostrarselo por medio de sensaciones. En el mismo lugar donde ahora está sentado, recuerda con cariño como ella guió las piedras hacia su pecho y le pidió que cerrara los ojos.
Es lo mismo que siente ahora. Las mismas chispas familiares y amorosas, como los brazos de su madre envolviendole después de un mal sueño, susurrando que todo estaría bien. Que está a salvo de la tormenta escondido entre pelaje suaves, en donde pertenece y no ha sido abandonado.
<< Zawsze z tobą, mój chłopcze >>
James suspira derrotado, y se deja abrumar por los recuerdos felices hasta poder dormir en paz..
